miércoles, 29 de septiembre de 2010

Séptimo: Solo

  Ya les abriste la puerta y se fueron, Gabriel. Habían caído en tu casa de visita porque era el día de la primavera, porque era el día del estudiante y algunos todavía lo son. Porque son tus amigos, coinciden. Y lo indecible, lo tácito, es que amortiguan la inclemencia de eso que te fatiga y todavía no descubrís qué es.


  No van a leer esto a menos que vos lo quieras, porque nunca leen las estupideces que escribís. Ya les abrís la puerta de calle, decíamos, y rematás con unas risas y comentarios estúpidos tuyos para terminar de pulir ese personaje que tan bien supiste crear. No sea cosa de que te descuides y terminen todos conociéndote (tal vez sí te conozcan pero de nada les sirve decirlo). Qué cursi, decís siempre.


  Cerrás la puerta y se te desdibuja la sonrisa, acaso también le pase a alguno de ellos (acaso a todos). Tu rostro verdadero. Se termina la comedia del personaje, el tuyo, ese que se ríe como los demás y habla banalidades; ese que esperás destruir con sensatez algún día para poder ser vos. Así que chau, nos veremos ya en cualquier momento porque tu casa nunca está vacía.


Pero vos estás siempre solo, aunque es imposible decirlo.

3 comentarios:

Viccka dijo...

De alguna manera me hacés acordar a un libro. Tal vez ya te lo nombré, es lo más probable. La cita es así:
"Uno nunca termina de conocer del todo a las personas - me dijo-, ni aún a las más cercanas, padre, madre, hermanos, hermanas, marido, mujer. Siempre hay una zona de cada uno que permanece a oscuras, alejada por completo de los demás. Una zona de pensamientos, de sentimientos, de actividades, de cualquier cosa. Pero siempre hay un lugar de nosotros en el que no dejamos que entre nadie más. Yo creo que eso es lo que hace a las relaciones con los demás tan interesantes, esa certeza que, aunque nos lo propongamos, nunca los vamos a conocer del todo."
Entiendo cómo es posible que lo que decís no sea exactamente lo que dice esa cita... pero, me acordé.

A veces, siento placer en saber que no me conocen. Que asuman cosas de mí, que en realidad, son irreales. Inexistentes. O al menos lejos de la verdad.

Un gusto leerte,
Me retiro, silenciosamente, por el mutis del escenario de tu comedia.
.
.:

Unknown dijo...

A ver si ahora me deja.. No se si lo que escribí antes, quedó guardado.
Profundo lo q leí, lo tuve que leer dos veces!
Un poco trágico, por lo menos así lo veo yo. Sabés que prefiero las felicidades pero me gusta tu redacción.
Te Quiero!
Gabi.

Mica dijo...

Es una situación en la que no dejo de verme (aunque hay excepciones, por suerte). Se dice que a los amigos se los elije, hay que ver hasta donde...